El licor de Sor Felicitas despierta el interés de un hombre que quiere venderlo de manera industrial y que consigue hacer firmar un acuerdo con la Madre Pilar. Poco a poco se va viendo que el interés del Sr. Canut por la hermana Cleofé no es estrictamente comercial, lo que hace que las monjas se replanteen el acuerdo.